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Los días de cosas


¿Qué tal, ladies?, ¿Cómo estamos hoy?, ¿Os sentís mejor?, ¿Os sentís más respetadas?, ¿Eh?, ¿Os pagan lo mismo que a un hombre por hacer el mismo trabajo? ¡Oh! ¿No? ¡Qué raro! ¡Pero si hoy es el Día Internacional de la Mujer! Igual esto debería haceros pensar que celebrar este día es completamente inútil. Que nada va a cambiar. Que todo seguirá igual. Posiblemente debáis pillar ya el mensaje que teniendo un día de la mujer solamente os discrimináis a vosotras mismas, porque ¿dónde está el Día Internacional del Hombre?. Quizá deberíais dejar de hacerlo. Solo conseguís quedar en ridículo. Los Días Internacionales no deberían existir.

¿Os suena este discurso? Lo he oido hoy muchas veces. De hecho, lo he oido muchas veces a lo largo de mi vida e incluso hubo momentos en los que llegué a estar bastante de acuerdo. Siendo honesta, no creo que de hoy para mañana vaya a haber una mejora de la situación general de la mujer en el mundo. No puedo creer en eso porque actualmente hay gente trabajando muy duramente por desmejorar la situación general de la mujer en mi país. No puedo creer que las cosas se vayan a solucionar solo porque un día la gente se acuerde de que existen injusticias diarias ocurriéndole a las mujeres, pero sí puedo creer en el poder de visibilización del problema que nos proporciona la celebración de un día como hoy. 

Si cogéis el calendario oficial de Días Interncacionales y Mundiales del mes de marzo, podréis ver que, por ejemplo, el día 15 es el Día Mundial de los derechos del consumidor y que el 20 es el Día Mundial de la felicidad. También veréis que el día 21 es un día ocupadísimo y es, entre otras muchas cosas, el Día Internacional de la eliminación de la discriminación racial y que el 25 es el Día Mundial contra la trata de seres humanos. 
Me pregunto cuánta gente dirá "¿acaso el Día de los derechos del consumidor hace que mi compañía telefónica me facilite darme de baja?" o "¿Día Mundial de la felicidad? ¿Y el de la tristeza qué? ¿Los tristes no se merecen su propio día mundial? ¡Discriminación!" o incluso "¡Bah! Siempre va a haber gente racista, igual deberían pillar la indirecta y asumir que nada va a cambiar".

Los "días mundiales" y los "días internacionales" no solucionan los problemas. La gente soluciona los problemas. No se puede usar como argumento creíble que no se pueden celebrar porque no arreglan las cosas. El objetivo de estos días es el de la VISIBILIZACIÓN y es algo que todo el mundo cree absolutamente legítimo en la mayoría de las ocasiones. Pero ¡oh, sorpresa!, existen dos excepciones muy sonadas: El Día Internacional de la Mujer y el Día del Orgullo Gay. Quizá todos deberíamos hacer un pequeño ejercicio de reflexión y pensar por qué un día que reivindica los derechos de las mujeres y del colectivo LGBT molesta tantísimo a tantísima gente.

El simple hecho de que la celebración de estos días cause polémicas tan sonadas año tras año debería darnos una pista de que nuestra sociedad no está preparada para dejar correr el asunto y necesita seguir siendo reivindicado.  Llamadme loca pero igual no existe la igualdad que piden aquellos que participan en estas celebraciones. Se puede estar más o menos de acuerdo con los medios que se utilizan para reivindicar y pedir cosas. Yo no quiero este día para que me pavimenten las calles para que yo pueda ir con tacones. No lo quiero para pisar cabezas de hombres. No lo quiero para quejarme de tal o cual anuncio en el que una modelo ha hecho voluntariamente algo por la que le pagan por hacer. Lo quiero para exigir mi derecho a decidir sobre mi cuerpo y mi vida, para que me paguen lo que me merezco sin importar si tengo tetas o no y para pedir un estado de verdadera igualdad social para todos. Lo mismo pasa con el Día del Orgullo. Este colectivo tiene muchos asuntos internos que necesitan ser solucionados urgentemente. No es perfecto. Ningún movimiento lo es, pero eso no hace que sus reivindicaciones sean menos válidas y no se puede pedir un Día del Hombre o un Día del Orgullo Heterosexual para validar la existencia del Día de la Mujer o el Día del Orgullo Gay. Es una cuestión de sentido común.

Habrá un día del Orgullo Heterosexual cuando sea noticia que alguien sea heterosexual, cuando niños y niñas heterosexuales tengan problemas psicológicos graves por ser víctimas de acoso solo por su condición sexual y cuando la gente empiece a decir "yo no soy heterófobo, pero que se besen en su casa". Y el día que los hombres tengan que trabajar más para obtener el mismo sueldo que la mujer teniendo el mismo puesto, tendrán su Día del Hombre. Cuando mueran cientos de ellos a manos de sus parejas, cuando la sociedad sistemáticamente haga de menos sus opiniones aludiendo a cuestiones hormonales y cuando se reunan un grupo de mujeres a decidir sobre lo que tienen que hacer con sus próstatas y sus testículos... entonces tendrán su ansiado Día del Hombre.


Creo que hay algo en lo que todos estamos de acuerdo: Los Días Internacionales no deberían tener que existir.

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